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En la casa de mi abuela siempre recuerdo cuando iba a visitarla que veía una muñeca de porcelana, era tan bonita que inclusive parecía casi real sus ojos azules como el zafiro, su cabello  largo hasta la cintura de color rubio  como el oro, su vestido de una tela tan fina y lo más impresionante era su piel de porcelana que cuando la tocabas parecía la de un bebe recién nacido tan suave  y tersa. 


Mi abuela siempre me decía que no jugara con ella ya que de todos sus tesoros de su casa ese era el más preciado para ella, cuando la visitábamos siempre me encontraba con la muñeca de porcelana  en una silla sentada en el patio de mi abuela de la entrada de su casa, la muñeca parecía que ya esperaba nuestra llegada inclusive mi abuela nos decía a mi madre y a mí cuando llegábamos bienvenidas Nastia y yo las estábamos esperando era muy curioso el nombre de la muñeca de porcelana de mi abuela ya que mi nombre es Anastasia.


Mi familia no es muy grande en nuestra casa solo estábamos mama y yo siempre a mi padre nunca lo conocí aunque  le pregunte muchas veces a mi mama por saber quién era ella solo me respondió tu verdadera familia soy yo, llegara el momento en que te tenga que decir quien es pero hasta entonces no me preguntes más por el eres aún muy pequeña para comprender todo lo que está pasando. Cuando mi madre termino de decir eso, se paró de la silla en la que estaba tejiendo unos guantes pequeños mirándome con una gran tristeza me dijo iré a comprar algo de cenar no abras a nadie mientras no estoy, simplemente al ver esos ojos queriendo aguantar las lágrimas asentí con la cabeza sin poder hacer nada más por ella. En si no teníamos muchas visitas no sabía nada de mi familia ni si quiera de mi mama, apenas tenía 6 años en esa época sin saber por qué solamente de nuestra familia éramos mi mama y yo, ese día después de que mama se fuera me quede jugando con el estambre que sobraba termine toda enredada de los pies a la cabeza, y la casa ni se diga quedo peor parecía la casa te terror de la feria a la que mama y yo quedamos de entrar las dos aunque más bien se podría decir que yo la obligue a hacerlo ya que a ella no le gustan para nada esas cosas pero me gane su permiso y compañía haciendo un berrinche enorme cuando fuimos por primera vez a una feria las dos, mientras recordaba eso escuche un ruido proveniente de la ventana en si era un maullido de un gato que estaba fuera de la ventana queriendo entrar por una lluvia que estaba empezando a  hacerse más fuerte, me le quede viendo por un instante antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo mi cuerpo que era abriéndole la ventana para entrar el gato sin esperar nada entro al departamento en que estábamos viviendo mama y yo en si era pequeño pero podía caber alguien más así que ese sería este lindo gatito, como agradecimiento empezó a ronronear cerca de mi pierna para que me agachara y lo acariciara.